Cómo persigue la policía colombiana a un refugiado politico, militante de izquierda
Hace tres años nuevamente comencé a ser perseguido por la policía colombiana, en un país extranjero en el cual vivía como refugiado político. Ese país se llama Costa Rica, en donde viví 7 años, estudié mi especialización en Anestesiología y Reanimación y realicé un Doctorado en Educación.
He sido acusado de cosas inverosímiles. En 2005, según la policía colombiana, que ‘invitó’ a un periodista de un canal televisivo a Bogotá para mostrarles el peligro que vivía la sociedad costarricense con las FARC y un médico –que ellos saben no es de las FARC sino militante de la Unión Patriótica-, porque el médico acompañó en 2 ó 3 ocasiones cuando Rodrigo Granda –él si de las FARC- viajaba a Costa Rica en diligencias relacionadas con el proceso de paz que adelantaba el gobierno del Presidente Andrés Pastrana con las FARC, país al cual entraba con la autorización del gobierno costarricense, y como no les acepté el ‘ofrecimiento’ para trabajar para la policía colombiana –la misma que me ha perseguido desde 1988 y me ha asesinado dos de mis hermanos-, para ‘ubicar a los miembros de la comisión internacional de las FARC´ y ellos me permitían vivir tranquilo y me ‘ayudarían en todo’, entonces urdieron toda la patraña.
La policía colombiana le mostró al periodista costarricense que yo estaba reclamado por el delito de rebelión –ya prescrito-, y el de ‘organizador de grupos sicariales en Costa Rica’. Ante mi presentación al noticiero en mención, hablar con los dos directores y el periodista, pude demostrar que cuando la policía decía que yo estaba cometiendo el delito de ‘organizar grupos sicariales en Costa Rica’, yo había iniciado desde los primeros días de marzo/2005, mis estudios de especialización en el Hospital San Juan de Dios de San José, capital de Costa Rica, y uno de los directores dijo que quizá ‘estaba organizando grupo sicarial para matar pacientes’, con la consiguiente carcajada de todos los presentes.
Cuando ya estaba bajo la protección de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), metieron en mi casa –ya no estaba allí- un panfleto aterrador. Acusaban a mi esposa de tener un amplio prontuario, la llamaban ‘Gina’ lo cual evidenciaba que nuestro teléfono estaba interceptado porque los únicos que la llaman YINAF –iniciales de ella- es su familia y ellos la habían llamado en esos días.
De mí ni se diga. Según ellos yo era el ‘sucesor de Rodrigo Granda’. Y siguen difundiendo sus horribles elucubraciones. A pesar de que ellos saben que yo NO SOY DE LAS FARC.
Fui reasentado en Suecia, y desde entonces, cada año no dejan de publicar locuras que nacen de mentes enfermas. Y no sé qué más inventarán. Yo espero cualquier cosa. Porque ellos están pidiendo a gritos un internamiento en un hospital psiquiátrico.
Quiero compartir esta entrevista que le dí al periodista sueco, Dick Emanuelsson.
Como “los tentáculos siniestros de la policía colombiana” llegaron a Costa Rica. . .
Por: Dick Emanuelsson / Indymediacolombia
Fecha de publicación: 19/05/05
. . O como ACNUR evadió el cerco del DAS y la policía costarricense y logró sacar amigo del “canciller” de las FARC de Costa Rica.
La ofensiva del DAS en el exterior obedece la política de Uribe de “buscar a los terroristas” no importa donde estén. Así Uribe intenta de cerrar efectivamente todas las anteriores puertas a los emisarios de la Comisión Internacional de las FARC en el exterior. Estos eran los enlaces entre gobiernos, personalidades y facilitadores de paz con el gobierno de Colombia. Pero, según sus críticos, Uribe no esta interesado en un proceso de paz, ni en un intercambio humanitario. “El único camino es derrotarlos”1), decía Uribe en una rueda de prensa el 7 de abril en Pekín cuando comentó los 17 soldados dados de baja por la guerrilla de las Farc en el departamento de Arauca a principio de abril.
¿Pero quienes son los “terroristas” o “los embajadores”, que también han sido bautizados? ¿Y quienes son las víctimas de estado de terror que ha obligado a miles de colombianos de la oposición de salvarse en el exilio?
El caso de HERNANDO Vanegas Toloso, médico y exiliado hace siete años en Costa Rica, también es el caso de la aplicación de la “seguridad democrática” en el exterior, utilizando tanto “la Red de Cien Mil Amigos en el Exterior” como los íntimos enlaces entre las inteligencias militares y policiales.
Hernando Vanegas Toloso es antiguo amigo con Rodrigo Granda desde la juventud cuando militaban en la JUCO, Juventud Comunista Colombiana. Granda visitó a su amigo en Costa Rica en noviembre 2001, hecho que ahora se ha volteado en contra Vanegas, tildándolo como “embajador” de la guerrilla en Centroamérica.
Al señor Vanegas la policía colombiana y costarricense le dieron ocho días para colaborara con la policía colombiana y decir ¿donde están los integrantes de la Comisión Internacional de las FARC”?
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Al principio de febrero el corresponsal sueco DICK EMANUELSSON se entrevistó con el señor Vanegas. La entrevista, que por seguridad no había sido publicada hasta ahora por petición de la directora de ACNUR en Costa Rica, fue realizada en un lugar clandestino en San José de Costa Rica donde se había fugado Hernando Vanegas con su familia. Fue “protegido” y apoyado por ACNUR y varios sectores políticos y populares de la sociedad costarricense para evadir el cerco que le había hecho la policía colombiana y costarricense en conjunto.
Hace un mes, la familia Vanegas logró salir de Costa Rica, protegida por el organismo internacional y voló a un país europeo.
Este es el caso ilustrativo como el horror colombiano pasa las fronteras.
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POR Dick Emanuelsson *
EN ALGÚN LUGAR CLANDESTINO DE SAN JOSÉ DE COSTA RICA / Entre los colombianos en el exilio que han tenido que escapar a la guerra sucia en Colombia, hay una gran preocupación, sobre todo después del secuestro el 13 de diciembre de Rodrigo Granda, el vocero internacional de las FARC, realizado por un comando venezolano-colombiano en Caracas.
¡”Por favor, no publique ni una sola letra sobre el caso del señor Vanegas antes de que ACNUR logra a sacarlo del país! Esta en una situación muy preocupante y cualquier noticia podría perjudicarla a lo más grave”
Fueron las palabras de la directora de ACNUR, seccional costarricense, cuando entré a su oficina en San José, 12 horas después de haber entrevistado al señor Vanegas en el sitio clandestino donde estaría con su familia más de un mes.
La preocupación de esta alta jefa del organismo internacional no era sin piso. Vanegas había sido sindicado el 19 de enero de ser uno de los supuestos “embajadores de la guerrilla de las FARC” en Costa Rica. Su familia fue amenazada por los dos policías presentes en la “conversación” con Vanegas. Había pasado solo dos meses desde su antiguo amigo, Rodrigo Granda, había sido secuestrado en Caracas por un comando colombo-venezolano que el gobierno de Uribe le recompensó con miles de dólares. Hernando Vanegas sentía que el espacio en Costa Rica se redujo a cero y podría correr la misma suerte como Granda si no tomara decisiones drásticas.
La siguiente es la entrevista que le hice a Hernando Vanegas Toloso el 1 de febrero del 2005:
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En este momento me encuentro en Costa Rica, con el señor Hernando Vanegas Tolosa, refugiado político hace más de siete años, residente en Costa Rica, disfrutando por lo menos hasta el 19 de enero de ese derecho de la comunidad internacional. Pero Hernando se encuentra en la clandestinidad, escondido, esperando luz verde de ACNUR de poder salir el país para salvar su vida y las vidas de su familia, que también se encontraba en este sitio.
DE: Primero que nada, Hernando cuéntanos ¿que pasó el 19 de enero?
Hernando : El 19 de enero recibí una llamada en mi casa de parte de la Directora del Departamento de Refugiados, en que me expresa que había dos colombianos más que le habían manifestado las mismas inquietudes que yo a raíz del secuestro del señor Rodrigo Granda (en Caracas).
DE: ¿Ellos también estaban preocupados?
Hernando: Si, preocupados por la situación. Ella me dice que ¿si puedo ir a su oficina, a las tres de la tarde? y yo le digo que no hay ningún inconveniente. Asistí a la cita y ella me informa que está muy preocupada por la situación de los refugiados colombianos. Que transmitió esta inquietud –como era su obligación ante casos así- a su jefe el señor Marcos Badilla, el Director General de Migración; que si yo tenía algún inconveniente en charlar con él. Le manifesté que no, y subimos a la oficina de don Marcos; allí charlamos don Marcos y yo, aproximadamente diez minutos.
DAS Y DIS
Él me plantea que si yo tengo inconveniente en charlar con dos personas que conocen más de la situación, le dije que no tenía inconveniente, pues desprevenidamente no pensé en nada malo. Me pasa a una sala de juntas de la Dirección General de Migración y allí me presenta a dos señores uno de ellos es miembro del Departamento de Inteligencia y Seguridad (DIS), que se identifica como Fernando.
DE: Hay que aclarar que es la DIS.
HVT: La DIS es el Departamento de Inteligencia y Seguridad de Costa Rica. Sale don Marcos y me presentan al otro señor que estaba allí; me dice que es un policía colombiano, que viene a hacer unas investigaciones, que si tenía algún inconveniente en charlar con él.
DE: ¿Se identificó el colombiano?
HVT: No se identificó. Solo me dijeron que era de la policía. Ante esta situación, sorprendido, ya uno no sabe ni que hacer y encerrado allí, tocaba enfrentar la situación ya que a partir de las tres o cuatro de la tarde ya no son horas de oficina y esa zona por donde están ubicadas las oficinas de Migración quedan solas, sin nadie que transite por allí. Empezamos a hablar y en todo momento el miembro del DIS, me decía que su mayor preocupación era mi seguridad en Costa Rica, mi estabilidad y mi permanencia en Costa Rica. Que él me garantizaba que todo eso continuaría igual porque además yo tenía “una linda familia, una chiquilla muy inteligente, un muchacho bien simpático, una señora que estaba estudiando en la universidad” y que “sería una lástima perder toda esa estabilidad” que teníamos.
Le tenían grabados “hasta los pedos”
El interrogatorio duró aproximadamente tres horas, en algunos momentos se distensionaba el ambiente, en otros se tensionaba. Me empezaron a hacer una serie de preguntas. Una de ellas fue si yo conocía a Rodrigo Granda, a le respondí que si, que era mi amigo personal, que yo lo conocía desde hace muchos años de mi época de militancia en la Juventud Comunista Colombiana, (JUCO) que además yo lo había visto en algunas ocasiones que él había venido a Costa Rica, que no recordaba si eran tres o cuatro ocasiones. Incluso les comenté que en una ocasión había ido a esperarlo al aeropuerto, ya que según entendía yo, Rodrigo venía con el permiso del gobierno costarricense y en alguna ocasión se había entrevistado con un funcionario de alto rango en el gobierno. Que cuál era el problema si Rodrigo entraba con permisos del gobierno tico, a cuestiones concernientes al proceso de paz.
Me dijeron que ellos habían llegado a mí, porque cuando venía Rodrigo, le hacían seguimiento y entonces ellos habían visto que nosotros nos entrevistábamos muy frecuentemente. Que a Rodrigo le tenían grabados “hasta los pedos” que se echaba haciendo el amor con su señora. Que tenían todos mis pasos seguidos, que sabían TODO lo que yo hacia, quienes eran mis amigos, que sabían TODA mi vida, y me preguntaron por el señor Jorge Arguedas que es el presidente del sindicato de técnicos de comunicaciones ANTEC, un sindicato que pertenece al ICE.
DE: Uno de los sindicatos más fuertes de Costa Rica que ha hecho fuerte resistencia contra el TLC.
HVT: Exactamente, contra la privatización del Instituto Costarricense de Electricidad y telecomunicaciones; que ellos sabían que él me había ayudado económicamente y yo le dije que como no, que siempre me había ayudado cuando estaba en mi época de residente, haciendo mi especialidad de anestesiología y que no solamente Jorge me había ayudado, sino muchos sindicatos, organismos de derechos humanos y mucha otra gente porque en esa época yo trabajaba como residente, pero no percibía ningún salario.
Granda se reunió con Leyva
DE: La última vez que te viste con Rodrigo Granda fue a fines del 2001, en pleno proceso de paz entre las FARC y el presidente Pastrana en Colombia.
HVT: Exactamente, en ese momento había una trabazón muy grande en el proceso de paz y eso estaba al borde del rompimiento. Y Rodrigo estaba haciendo diligencias para lograr descentrabar y de hecho, aquí se reunió con el doctor Leyva quien en ese momento también estaba como refugiado en Costa Rica.
DE: Hay que aclarar que Leyva Duran es un viejo político conservador colombiano que tuvo problemas con la justicia acusado de enriquecimiento ilícito por la Fiscalía y se refugió en Costa Rica, era un tipo de enlace entre Pastrana, que también es conservador, y la guerrilla de las FARC en el proceso de paz.
HVT: Si, exactamente, el doctor Leyva es un miembro del partido conservador, siempre ha estado al tanto de los procesos de paz en Colombia y ha jugado un papel importante en ese sentido, siempre bregando por conseguir la paz en Colombia.
En todo esto siempre “Fernando”, el miembro de la DIS, hacía la amenaza velada a mi estabilidad y continuidad como refugiado en Costa Rica y a la seguridad de mi familia. Cuando me presionaban en ese sentido, me decían que tenía que decirles la verdad, que si yo les colaboraba ellos me ayudaban a mí, en lo que fuera, en cuestiones de trabajo, en lo que fuera... Me dijeron que si yo permitía seguir charlando con ellos en otras ocasiones, que no fuera a ir con don Trino Barrantes.
DE: ¿Quien es don Trino Barrantes?
HVT: Es el presidente del partido Vanguardia Popular de Costa Rica, un partido de izquierda que hizo una denuncia sobre la presencia de miembros del DAS (Departamento Administrativo de Seguridad, policía secreta colombiana) en Costa Rica y del levantamiento de un censo sobre los refugiados por parte de la embajada colombiana.
Médico anestesiólogo
Yo les explique el concepto que yo tenía de Trino, una persona muy solidaria, humanitaria que ayuda a todo el mundo. También me dijeron que ellos tenían una información de parte de Guido Sibaja, que es un señor que jugó un papel durante la administración de Figueres (ex presidente de Costa Rica). Él trabajaba en la embajada de Costa Rica en Bogotá, entonces hubo un papel de intermediación para lograr un proceso de paz, como facilitador. Entonces yo les dije que lo conocía porque precisamente había ido con Rodrigo a una entrevista, que de allí en adelante no me había encontrado más con ese señor, que lo único que sabía era que ahora estaba involucrado en problemas de corrupción en el llamado premio ALCATEL.
Hubo tantas cosas que no recuerdo algunas con detalle. Me preguntaron si yo me sentiría seguro en Cuba, pero pensando que ellos iban hacia otro lado, les dije que yo había estado en Cuba en octubre del 2004 en un Congreso de Anestesiología.
DE: Hay que decir que tu eres médico anestesiólogo.
HVT: Exactamente, yo soy médico anestesiólogo, yo hice la especialidad aquí en Costa Rica desde mayo de 1998 (oficialmente, ya que en realidad la inicié en Marzo, pocos días después de haber ganado la plaza en el concurso que hicieron en febrero) hasta mayo del 2001. Yo soy egresado de la universidad de Costa Rica.
DE: ¿Por eso fuiste a Cuba al congreso?
HVT: Si, un congreso que me ayudó a conocer mucho la situación que viven ellos. Me preguntaron que si había tenido contacto con alguien de la comisión internacional de las FARC. Les dije que no, que lo único extracurricular a lo que asistí fue a una conferencia sobre los cincuenta años de la muerte de Pablo Neruda.
Que “trabajara para ellos”
En concreto, todo este tiempo de presión y de chantaje se reducía a la propuesta, que traía el miembro de la policía colombiana, y era que “trabajara para ellos” ya que –dijo el policía colombiano- “sabían que yo tenía acceso a la comisión internacional de las FARC”. A mi me dio risa que me plantearan eso de esa manera y le dije al miembro de la policía que por qué razón ellos no habían capturado a Marulanda, siendo que tenían todos los recursos económicos y técnicos y yo mismo les respondí porque ellos son zorros, astutos y son previsivos, y ante cualquier situación anómala ellos se mueven.
“¿Usted cree que los miembros de la comisión internacional son tontos, que van a esperar que les pase lo mismo que le hicieron a Rodrigo en Caracas?-les dije.
Y les aclaré que la cuestión era al revés, que definitivamente yo no tenía acceso a los miembros de la comisión internacional. Que más bien eran ellos los que tenían acceso a mí, porque mi vida era pública, absolutamente pública en Costa Rica, que nada clandestino ni ilegal hacia yo. Que además como tenían acceso los de las Farc, lo tenían algunos miembros del partido conservador y algunos del partido liberal con los que yo mantenía algunos contactos por teléfono y por internet.
Ellos siguieron presionándome, que como fuera yo podía llegar a ellos y me preguntaron por una guerrillera de nombre Nubia. Yo les dije que yo no tenía ni idea de quién era, que no la conocía. Allí ellos como que empezaron a dudar un poco.
Para ganar tiempo les dije que la situación era muy difícil para mí, comprometerme a una cuestión de esas, que de todos modos yo tenía que pensar esa propuesta, porque tenía muchas implicaciones para mí. Y les dije que me dieran un tiempo. Entonces los dos se miraron y me dieron ocho días para que pensara la propuesta. Al final la cosa parecía como si fuera entre amigos, sonriéndose ellos y hablándome el colombiano de vallenatos.
¿A quién servía el Director General de la Migración?
Salí de la sala de juntas y estaba don Marcos con mi esposa y mi hijita en su oficina, ella puede avalar que don Marcos no estuvo en ningún momento en el interrogatorio. Él hacia énfasis que estaba preocupado por mi seguridad. Sin embargo él fue quien facilitó la encerrona que me hicieron y permitió que en el despacho de la Dirección General de Migración se realizara un interrogatorio ilegal, violentando todo el orden jurídico costarricense y el derecho internacional pertinente. Por cuanto como refugiado su obligación era protegerme y no ponerme en contacto con miembros de una institución que siempre me ha perseguido en Colombia.
DE: Esto parece como una película de ficción, los miembros de la policía secreta costarricense desde 1997 están documentando y registrando todos tus movimientos y actividades y, sin embargo, vienen y se reúnen con la policía colombiana y les pasan todos sus informes. Y los jefes de la migración, específicamente el Director, facilita esta tipo de encuentro. De igual manera tratan de involucrar a Cuba para reafirmar lo del terrorismo internacional. . . . .
HVT: Yo pienso que uno de los objetivos que tenían era saber si en Cuba había miembros de la comisión internacional de las FARC, para decir que Cuba era un nido de terroristas. También para ver si yo había tenido contacto con ellos. Lógicamente era como una forma de medir si yo tenía conexión con ellos. La propuesta es una propuesta que se deriva de un chantaje vulgar, extorsionador, que viola todo el ordenamiento jurídico internacional.
“¡Nunca fui guerrillero!”
DE: ¿Alguna vez hizo mención la policía de Costa Rica o de Colombia de que tú habías violado las leyes costarricenses?
HVT: En ningún momento me plantearon eso. Es más, siempre que he necesitado la hoja de delincuencia, como llaman acá al equivalente del certificado judicial, me ha sido entregado y aparece que no tengo ninguna cuenta pendiente con la justicia costarricense. El que siempre insistía en que su preocupación era mi estabilidad y mi permanencia en Costa Rica era el miembro del DIS costarricense y llegó en determinado momento a decirme que sería una lástima que la policía colombiana publicara fotos mías de cuando yo era guerrillero en la Sierra Nevada, allá por los años ochenta.
DE: ¿Fuiste guerrillero?
HVT: No, ¡nunca fui guerrillero! Siempre he tenido muy buenos amigos en las organizaciones, sobre todo en las FARC, porque algunos de esos dirigentes de las FARC han sido dirigentes de la izquierda legal, dirigentes comunistas o de otras organizaciones de izquierda, que por la guerra sucia tuvieron que enmontarse. Mi época de militancia fue en los años setenta y ochenta.
DE: ¿En la Juventud Comunista Colombiana?
HVT: En la JUCO y entonces allí conocí a gente de todo tipo, a muchos dirigentes, gente del M-19, el ELN, del partido liberal y conservador, del MOIR, de los trotskistas, maoístas, de todo el espectro político que se mueve en Colombia y, lógicamente, uno tenía contacto con ellos porque en las asambleas estudiantiles se daba la discusión a ver quien era el que tenía la línea, como decíamos en la época.
DE: Pero tu también fuiste médico en la Sierra Nevada, porque tu eres de la Costa, del departamento de Magdalena.
HVT: Si yo después que terminé el rural en Gamarra, me ubiqué en un pueblo que se llama Fundación, que queda prácticamente en las estribaciones de la Sierra Nevada. Yo iba a realizar a la Sierra brigadas de salud, allá no había atención médica. Entonces los presidentes de las Juntas de Acción Comunal me pedían que si podía darles la asistencia. A veces iba un fin de semana, a veces en Semana Santa. Incluso los mismos indígenas también les presté atención médica y bueno, las contraprestaciones era la satisfacción de estar brindando la atención a gente que no tiene. Pero no solamente en la Sierra, también en la parte plana que corresponde a toda el área de Fundación, allí realizaba brigadas de salud.
DE: Allí se cruzaron, me imagino, a veces con la guerrilla, porque era zona bajo influencia de ellos.
HVT: Si, lógicamente en esa zona se movía el 19 Frente y bueno, ya hoy puedo decirlo, porque el amigo murió, el comandante de ese frente había sido compañero de estudios mío en el bachillerato.
DE: ¿Cómo se llamaba?
HVT: El comandante Adán Izquierdo, fue mi compañero de estudios en la secundaria y todos los que nos graduamos en esa promoción con él, estábamos al tanto de que él estaba ahí en la Sierra. Incluso, muchos iban a visitarlo, no como cosa de incorporarse a la guerrilla, ni trabajar con la guerrilla, ni nada por el estilo, sino con el ánimo de visitar a ese amigo que había tomado una decisión de ese tipo y compartir con él algunas cosas.
Detenido por la contraguerrilla.
DE: Es decir, que por las viejas amistades tuyas en esa época, que después fueron insurgentes, incluso Rodrigo Granda, ¿es que tratan de comprometerte las autoridades colombianas como integrante a la insurgencia de esa época?
HVT: Bueno, en esa época yo asistía o iba a brindar a los campesinos la atención médica. Pero en el año de 1988 en Aracataca (en donde nació el Premio Nóbel, Gabriel García Márquez), que queda a 15 minutos de Fundación, me detuvo un comando de la policía contraguerrilla.
Yo estaba haciendo fila para hacer una llamada. Había dos o tres personas más y nos agarraron diciendo que nosotros éramos guerrilleros. A tres de los detenidos nos llevaron para una zona que se llama Macaraquilla, que es ya en las estribaciones de la Sierra y nos la montaron a los tres, como decimos allá. Nos separaron como 200 metros a cada uno y nos dieron patadas, golpes con la trompetilla del fusil y las pistolas, nos pusieron la bota en la nuca y como a la hora sonaron tres disparos en la parte más alta, después jugaron a la ruleta rusa. Lo que nunca supe era si el revólver tenía realmente un único cartucho de los seis.
Dijeron que allá habían matado al primer “hijueputa”, que teníamos que hablar, reconocer que éramos guerrilleros. Al darse cuenta que ninguno de los tres tenía nada que decir, entonces nos embarcaron en la camioneta y nos llevaron al comando de la policía de Fundación. Ahí permanecí detenido sin ninguna acusación durante cinco días y posteriormente nos trasladaron a Santa Marta a los calabozos del F2, donde estuve detenido cinco días más.
Nos liberan porque una juez dicta un Habeas Corpus a nuestro favor. Sin embargo, antes la policía nos traslada a la cárcel de Santa Marta, allí un juez de orden público estaba llamándome para que rindiera indagatoria y los abogados decían que no era posible que eso sucediera porque yo tenía un habeas corpus.
La situación se resolvió porque el director de la prisión de Santa Marta, ante la presión de los abogados, por un lado, y del juez de orden publico, por el otro, dijo; “voy a llamar a la dirección general de prisiones y lo que ellos decidan, eso hago”. Llamó al director general de prisiones, él le preguntó si tenia el Habeas Corpus en la mano, él le dijo que si, y entonces le dijo “libérenlos”.
De ahí en adelante me montaron a mi un proceso por rebelión, es un proceso que siempre se mantuvo vivo, siempre lo tuvieron ahí, actualizándolo. Entonces yo me escondí en la Sierra. Yo vivía en la Sierra Nevada, me movía por ciertas zonas y ahí atendía a indígenas, campesinos y también a los guerrilleros. Aclaro que viví en la Sierra con la guerrilla, pero no EN la guerrilla, siempre protegido por la guerrilla, pero también protegido por los campesinos, por los indígenas, por los hacendados, en fin, por toda la gente que vive por toda la zona. Es quizá la época en que yo me sentí realmente médico. Iba en mulas o a pie a diferentes partes en donde me pedían ayuda. Que si una mujer en el parto hacía retención de placenta, allá iba yo a ayudar a la partera en ese caso. Que si una saga indígena veía que el parto se le atrasaba a la indígena que estaba atendiendo, allí iba yo, la examinaba y le informaba a ella lo que pensaba, si tendría el parto en una o dos horas. En fin, cosas como esas. Los indígenas me pusieron un nombre, que parece que es el nombre que estos señores manejan, “El Salvador”, por mi condición de medico.
Matan familiar de su esposa indígena
DE: Bueno, hay que decir también que tu esposa es indígena, viene de la Sierra Nevada.
HVT: Si, yo conocí a mi compañera, yo me había casado antes pero a raíz de todos estos problemas el matrimonio se acabó. Yo la conocí a ella en el año 88 y en el año 90 me trasladé para la zona de la Sierra en donde ella vivía. Ella es descendiente de los Kuankuamos, pertenece a la cuarta etnia de la Sierra Nevada, los indígenas Kuankuamos. Estos indígenas han estado siendo perseguidos por las fuerzas paramilitares. Las denuncias que hacen los organismos de derechos humanos es que durante este tiempo han asesinado aproximadamente a 172 miembros de esa etnia, han causado un desplazamiento masivo y se han apoderado de sus tierras.
Entre los asesinados hay un primo –en 2o ó 3er grado- de mi compañera, que era el responsable de derechos humanos de la organización nacional indígena seccional Cesar, él se llamaba Fredy Arias. Él pidió una entrevista para solicitar protección porque temía por su vida, le dieron la entrevista y a la hora de haber salido de ella lo asesinaron en Valledupar. A todos los Arias los están persiguiendo, porque dicen que son miembros de la guerrilla o apoyan a la guerrilla de una u otra manera.
Es de resaltar que en esa zona se está deteniendo masivamente a los campesinos por el simple hecho de que la guerrilla pase por allí, de que les brinden un vaso de agua. Es una situación muy complicada para esos indígenas e incluso un hermano de mi esposa, le tocó venirse porque los paramilitares lo estaban buscando para asesinarlo, hasta en Bogotá lo estuvieron buscando.
Dos hermanos asesinados
DE: No solamente la familia de tu esposa sufre persecución sino tu familia también ha sido duramente afectada durante los últimos años. Cuéntanos que pasó después del año 88, cuando te fuiste a Bogotá.
HVT: En el año 1992 me trasladé a Bogotá. Allí empecé a trabajar en farmacias y después mi compañera se trasladó y estaba conmigo. Eso fue hasta el año 97, que salí por recomendación de algunos abogados amigos que trabajaban en derechos humanos.
Trabajaba en farmacias, a veces en algunas IPS, a veces había amigos que me daban contratos como médico supernumerario en el Seguro. Esa ayuda me permitió sobrevivir en Bogotá todos esos años. Hasta que al final los mismos abogados me dijeron que me viniera, que saliera del país, porque ellos tenían conocimiento que todos esos procesos que no habían podido resolverse, la inteligencia militar los había pasado a los paramilitares para que buscaran a la gente y la asesinaran.
Mi familia durante todos esos años a partir del año 1988, ha sido victima de hostigamientos y de seguimientos por parte de los miembros de la policía secreta y del DAS de Colombia.
En el año 2000 un hermano mío –José de la Paz Vanegas- fue asesinado en Barrancabermeja, supuestamente en una extorsión que realizaron a nombre del ELN, digo supuestamente porque eso nunca se comprobó y hoy ese crimen esta en la impunidad.
En el año 2002, el 30 de enero mi hermano José Vanegas Toloza, fue asesinado por paramilitares en Santa Marta en una droguería que él le administraba a una hermana mía. La orden de ese asesinato la dio Jorge Luis Ochoa Ballesteros, que era el que comandaba una banda que se conocía como Los Morrocoyos, que a su vez eran integrantes del grupo paramilitar de Hernán Giraldo.
Familia perseguida
DE: ¿Hernán Giraldo es de la Sierra Nevada, de los paramilitares que tenían una disputa por narcotráfico?
HVT: Con Castaño hubo una disputa seria, Castaño y Mancuso, por el control del narcotráfico en la zona. Esta zona, que va desde Santa Marta hasta Mingueo, en la Guajira, es quizás la única en la Sierra en donde se cultivan las plantas de las que se procesan los narcóticos, con la excepción, claro está, de la zona indígena en donde ellos tienen su cultivo tradicional de coca. Pero en esa zona se cultiva coca y amapola y eso es un negocio controlado por los grupos de Hernán Giraldo.
La información que yo he podido obtener sobre el asesinato de mi hermano, es que la orden la dio el jefe de inteligencia de la primera división del ejército, se la dio a Jorge Luis Ochoa Ballesteros. Este señor esta preso en Bogotá por el asesinato del profesor universitario Roque Morelli, profesor de la Universidad de Magdalena, ese es uno de los tantos asesinatos que ellos cometieron allí.
Los asesinatos de mis hermanos continúan impunes. Mi familia ha sido victima de extorsión, la han extorsionado los paramilitares de Santa Marta; algunos otros hermanos viven prácticamente como desplazados en otras ciudades de Colombia.
DE: Aunque han pasado siete años ¿sigue el hostigamiento?
HVT: Aunque han pasado desde el -88, muchos años; pero desde que yo salí de Colombia, tengo siete años de estar aquí en Costa Rica.
“El fantasma que siempre me persigue”
DE: ¿Y ahora viene la policía colombiana otra vez?
HVT: Cuando yo llegué a Costa Rica le comenté a la Directora General del Departamento de Refugiados de la situación. Y el refugio me lo dieron a los quince días. Te aseguro que a esta señora también la usaron los de la DIS y el Director de Migración, ella no tiene nada que ver en la encerrona en la Dirección. La Directora del Departamento de Refugiados es una funcionaria que interpreta realmente el sentir del pueblo tico, amante de la paz. Desde entonces, 1997, he estado aquí legalmente trabajando, normalmente, abiertamente y todo el gremio de anestesiólogos me conoce, mis vecinos, mucha gente me conoce y puede dar fe de quién soy.
Hice la especialidad de 1998 al 2001, inicié mi proceso de incorporación como médico al Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, peleando también porque algunos tienen una posición xenofóbica. Otros dicen que es en defensa de sus puestos. Sin embargo, a pesar de la posición xenofóbica del Presidente y el Fiscal del Colegio de Médicos, de ese entonces, me incorporaron precisamente el 30 de enero del 2002, el año y el día que asesinaron a mi hermano. Después me incorporaron como médico especialista, a los cinco o seis meses, desde entonces estoy trabajando como médico anestesiólogo, en un hospital de la Caja Costarricense del Seguro Social. Y a nivel privado en algunas clínicas y hospitales privados.
He mantenido mi actividad normal, dedicado a mi trabajo y a mi familia, a mi vida común y corriente. Esa tranquilidad ahora ha sido truncada por la policía colombiana, que parece que fuera como el fantasma que siempre me persigue. No sólo en Colombia, sino ahora en Costa Rica. Ellos dicen que no voy a estar seguro en ningún país y eso es una amenaza muy seria. Y bueno, la esperanza es que ojala haya un país donde pueda volver a iniciar la reconstrucción de mi vida, que estos tipos me han destruido realmente. A reconstruir la vida de mi familia, de mi hijo de 15 años y de mi niña de 11.
Otra vez huyendo. . .
DE: En estos momentos te encuentras escondido con tu familia en un lugar de Costa Rica. ¿Sabes algo de como se va a resolver esta situación, que ayuda has recibido de la ANUR?
HVT: Bueno, no realmente; un procedimiento de reasentamiento según ellos mismos me informan y lo que he conocido de otras personas, es que puede durar de tres a cuatro meses, para resolver. Esperemos que este caso no sea así tan largo, porque definitivamente estar escondido y no poder trabajar normalmente, pues lógicamente de que repercute en mi familia, en mi salud. Tengo un problema de enfermedad de arterias coronarias, tuve un preinfarto, me hicieron una angioplastía y tengo dos stent colocados en dos arterias, en el corazón.
Toda esta situación ha afectado mi salud, sobre todo porque el día veinte de enero yo fui al consultorio del cardiólogo que me atiende y allí llegaron unas personas extrañas, vigilantes. Salí a buscar a un amigo que me había acompañado, junto con mi hijo, y una camioneta negra pasó cerca de donde yo estaba, con cuatro tipos a bordo, de rostro no muy amable, mirándome. Me alejé hacia otra esquina y pasó otro carro, también con cuatro personas, que esta vez me miraron amenazadoramente.
DE: O sea, ¿querían hacer notar su presencia ante ti?
HVT: Querían hacer ostensible su presencia. Esto creo que obedece a todo ese mecanismo de presión. Sin embargo, eso me afectó y he estado con crisis hipertensiva.
DE: ¿Es cierto que también te hicieron llegar un panfleto a tu casa?
HVT: El jueves pasado, 27 de enero, yo recibí una llamada a las 7 y treinta de la noche en mi casa, de parte de los dos miembros estos, el de la DIS y el de la policía colombiana. Ellos me decían que el plazo se había acabado, que no había posibilidad de más tiempo. Yo les dije que estaba muy enfermo y por eso no los había llamado, ni asistido a una entrevista con ellos. Entonces me dijeron que no había más tiempo, para nada.
Pasó el colombiano al teléfono y me dijo que no había más tiempo, que entonces que si decidía alguna cosa, pues que les escribiera a un correo electrónico que ellos me dieron, turismocostarica05@yahoo.com. Como el teléfono de mi casa tiene identificador de llamadas, sabemos que el teléfono del que llamaron es el 256-01-77.
DE: ¿Y eso es de donde?
HVT: Algunos amigos llamaron y parece que es una oficina que permanece las 24 horas del día activa, no se identifican, solamente preguntan con quien desea hablar y si no hay respuesta, entonces cuelgan y luego colocan una contestadora.
Ligar a Granda con el narcotráfico y extraditarlo a USA.
HVT: Yo me salí ese mismo día de mi casa, porque la situación estaba muy tensa para mi familia. Un amigo fue el día domingo a la casa y ellos encontraron un panfleto.
El panfleto era un montaje de una noticia que había salido en el periódico Al Día que decía: “Granda ligado a narcos”, y la ligazón la establecen con base en supuestos: se cree, la policía sospecha, supone, pero nada de que ellos tengan una prueba en concreto. Yo pienso que todo esto es una estrategia para ligar a Rodrigo con el narcotráfico y poderlo extraditar a los EEUU, ya que el único delito por el que lo pueden enjuiciar es el de Rebelión.
De eso eran dos páginas y la tercera decía; “VEA NUESTRA PRÓXIMA EDICIÓN”, y entonces sacaban una foto mía, cuando yo fui a recibir a Rodrigo, precisamente en el 2001, al aeropuerto. Información que yo mismo les había dado el día del interrogatorio. Esto te mostrará lo sucios que son.
En esa época había un Burger King al lado de la puerta de llegada de vuelos y allí nos sentamos a hablar como los dos viejos amigos que somos, abiertamente, públicamente, y eso lo estaban filmando los de la DIS, y la DIS se la pasa a la Policía colombiana, ¿cómo te parece? Entonces sacan una foto de esa filmación y el titular era “Granda se queda sin su Salvador”. La amenaza era que yo era Salvador, el guerrillero de la Sierra Nevada y de que en próximas horas se iba a dar mi captura.
Y también implicaban a mi señora, la catalogaban como la guerrillera “Gina”, resulta que la sigla de mi señora es Yinaf y los únicos que le dicen Yinaf son sus hermanos. Mi señora cumplió el 15 de enero y recibió una llamada de sus hermanos y todos le decían Yinaf, lo que demuestra ellos tenían interceptado el teléfono de mi casa. Entonces ya me la están colocando con un alto, con un gran prontuario terrorista y todas esas cosas. Como ves estos individuos no se detienen ante nada, incluso mienten para lograr sus objetivos.
Los tentáculos de la policía colombiana
Todo esto lo hemos denunciado acá con ACNUR, afortunadamente hemos encontrado una respuesta positiva, han sido extraordinariamente solidarios con mi familia y conmigo, muy humanitarios. En el momento estoy bajo la protección de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, a la espera de que me den el reasentamiento en un país a donde no lleguen los tentáculos siniestros de la policía colombiana, de sus organismos secretos, de sus militares y muchísimo menos de sus bandas de paramilitares, porque te digo sinceramente el temor más grande es que me asesinen y asesinen mi familia.
Igualmente, la solidaridad de las organizaciones sociales, sindicales, de derechos humanos, de partidos de izquierda, en Costa Rica ha sido fundamental para que no hayan podido hacernos nada malo.
Responsabilizo de cualquier situación que viva yo personalmente, mi familia, mi familia en Colombia, en cuestiones de persecuciones, atentados, secuestros, etc., a la policía colombiana y al gobierno de Colombia.
* * *
Y ahí termina la entrevista con Hernando Vanegas Tolosa que después cinco semanas de la entrevista arriba fue sacado de Costa Rica y logró arribar a un país en el continente europeo, respirando tranquilidad otra vez. Regresando a Colombia entregué la entrevista al canal de televisión RCN que en su programa “Noche con RCN” reveló partes de la entrevista con Hernando Vanegas Tolosa. Terminó el programa con una entrevista con el jefe del DAS, que no quiso confirmar o desmentir si el estado colombiano tiene redes de sapos en el exterior que hacen espionaje a sus compatriotas que han huido la guerra sucia en su país.
Abajo escribe el mismo Hernando Vanegas Tolosa sobre como son utilizados colegas periodistas en montajes políticos. Dejo esto tema como testimonio la crueldad en como son perseguidos los colombianos, no solamente en el país sino ahora también en el exterior.
Dick Emanuelsson,
* Corresponsal que cubre Latinoamerica desde 1980
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Hernando Vanegas Tolosa:
NUEVO MONTAJE MEDIATICO EN COSTA RICA
“La policía colombiana montó un reportaje con el periodista Adrián Meza del Noticiero Teletica de Canal 7, en que lo que querían era hacerme aparecer como el sucesor de Rodrigo Granda en la Comisión Internacional de las Farc y como organizador de grupos sicariales y de narcotraficantes en Costa Rica en el año 1998 –y así librar orden de captura internacional como narco-terrorista. Al periodista le entregaron las fotos de cuando fui detenido en 1988 y dizque un número de teléfono que tenía Rodrigo a mi nombre. Ese teléfono en ningún momento es, ni ha sido mío y eso lo puede investigar fácilmente cualquiera.
“Pero se les cayó el montaje porque fui al canal y hablé con el periodista y los directores del noticiero, y les mostré lo que era mi vida, que en febrero de 1998 estaba presentando exámenes para la plaza para la especialidad en anestesiología y en marzo ya estaba en el Hospital San Juan de Dios, trabajando de 7 de la mañana a 4 de la tarde y permaneciendo más o menos 15 días de guardia en el hospital, haciendo mis guardias normales más las que me daban los residentes nacionales que me las pagaban y me permitía llevar algo de dinero a la casa, lo que además de la ayuda de los amigos sindicalistas y personas a título personal, me ayudaba a sufragar los gastos de arriendo, alimentación, servicios, transporte.”
“En el reportaje mostraron el video del día que fui a recibir a Rodrigo al aeropuerto, cosa que yo mismo les había dicho, ¿qué tal?, sacándolo completamente de contexto, manipulándolo. Uno de los policías que aparecen dando declaraciones en el reportaje que publicó el Noticiero Teletica, estaba en la Dirección de Migración el 19 de enero del 2005. O sea, los mismos que me extorsionaron, son los que llevaron al periodista costarricense a Bogotá, son los mismos que le dan declaraciones para el reportaje. Todo un montaje! Trataron de asustar a la gente tica sobre el peligro del narcotráfico de las FARC y el tráfico de armas, como causa de la violencia que ellos están viviendo ahora…”
“Quién sabe qué otra clase de montaje harán ahora para continuar persiguiéndome, o para perseguir refugiados colombianos ya que según supe ya hay más de 20 casos de refugiados colombianos solicitando reasentamiento por la persecución de la policía colombiana, de sus organismos secretos y de los paramilitares. Parece que el fantasma me persigue adonde voy!.
Hernando Vanegas Tolosa
1) http://www.presidencia.gov.co/sne/2005/abril/0
Hace tres años nuevamente comencé a ser perseguido por la policía colombiana, en un país extranjero en el cual vivía como refugiado político. Ese país se llama Costa Rica, en donde viví 7 años, estudié mi especialización en Anestesiología y Reanimación y realicé un Doctorado en Educación.
He sido acusado de cosas inverosímiles. En 2005, según la policía colombiana, que ‘invitó’ a un periodista de un canal televisivo a Bogotá para mostrarles el peligro que vivía la sociedad costarricense con las FARC y un médico –que ellos saben no es de las FARC sino militante de la Unión Patriótica-, porque el médico acompañó en 2 ó 3 ocasiones cuando Rodrigo Granda –él si de las FARC- viajaba a Costa Rica en diligencias relacionadas con el proceso de paz que adelantaba el gobierno del Presidente Andrés Pastrana con las FARC, país al cual entraba con la autorización del gobierno costarricense, y como no les acepté el ‘ofrecimiento’ para trabajar para la policía colombiana –la misma que me ha perseguido desde 1988 y me ha asesinado dos de mis hermanos-, para ‘ubicar a los miembros de la comisión internacional de las FARC´ y ellos me permitían vivir tranquilo y me ‘ayudarían en todo’, entonces urdieron toda la patraña.
La policía colombiana le mostró al periodista costarricense que yo estaba reclamado por el delito de rebelión –ya prescrito-, y el de ‘organizador de grupos sicariales en Costa Rica’. Ante mi presentación al noticiero en mención, hablar con los dos directores y el periodista, pude demostrar que cuando la policía decía que yo estaba cometiendo el delito de ‘organizar grupos sicariales en Costa Rica’, yo había iniciado desde los primeros días de marzo/2005, mis estudios de especialización en el Hospital San Juan de Dios de San José, capital de Costa Rica, y uno de los directores dijo que quizá ‘estaba organizando grupo sicarial para matar pacientes’, con la consiguiente carcajada de todos los presentes.
Cuando ya estaba bajo la protección de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), metieron en mi casa –ya no estaba allí- un panfleto aterrador. Acusaban a mi esposa de tener un amplio prontuario, la llamaban ‘Gina’ lo cual evidenciaba que nuestro teléfono estaba interceptado porque los únicos que la llaman YINAF –iniciales de ella- es su familia y ellos la habían llamado en esos días.
De mí ni se diga. Según ellos yo era el ‘sucesor de Rodrigo Granda’. Y siguen difundiendo sus horribles elucubraciones. A pesar de que ellos saben que yo NO SOY DE LAS FARC.
Fui reasentado en Suecia, y desde entonces, cada año no dejan de publicar locuras que nacen de mentes enfermas. Y no sé qué más inventarán. Yo espero cualquier cosa. Porque ellos están pidiendo a gritos un internamiento en un hospital psiquiátrico.
Quiero compartir esta entrevista que le dí al periodista sueco, Dick Emanuelsson.
Como “los tentáculos siniestros de la policía colombiana” llegaron a Costa Rica. . .
Por: Dick Emanuelsson / Indymediacolombia
Fecha de publicación: 19/05/05
. . O como ACNUR evadió el cerco del DAS y la policía costarricense y logró sacar amigo del “canciller” de las FARC de Costa Rica.
La ofensiva del DAS en el exterior obedece la política de Uribe de “buscar a los terroristas” no importa donde estén. Así Uribe intenta de cerrar efectivamente todas las anteriores puertas a los emisarios de la Comisión Internacional de las FARC en el exterior. Estos eran los enlaces entre gobiernos, personalidades y facilitadores de paz con el gobierno de Colombia. Pero, según sus críticos, Uribe no esta interesado en un proceso de paz, ni en un intercambio humanitario. “El único camino es derrotarlos”1), decía Uribe en una rueda de prensa el 7 de abril en Pekín cuando comentó los 17 soldados dados de baja por la guerrilla de las Farc en el departamento de Arauca a principio de abril.
¿Pero quienes son los “terroristas” o “los embajadores”, que también han sido bautizados? ¿Y quienes son las víctimas de estado de terror que ha obligado a miles de colombianos de la oposición de salvarse en el exilio?
El caso de HERNANDO Vanegas Toloso, médico y exiliado hace siete años en Costa Rica, también es el caso de la aplicación de la “seguridad democrática” en el exterior, utilizando tanto “la Red de Cien Mil Amigos en el Exterior” como los íntimos enlaces entre las inteligencias militares y policiales.
Hernando Vanegas Toloso es antiguo amigo con Rodrigo Granda desde la juventud cuando militaban en la JUCO, Juventud Comunista Colombiana. Granda visitó a su amigo en Costa Rica en noviembre 2001, hecho que ahora se ha volteado en contra Vanegas, tildándolo como “embajador” de la guerrilla en Centroamérica.
Al señor Vanegas la policía colombiana y costarricense le dieron ocho días para colaborara con la policía colombiana y decir ¿donde están los integrantes de la Comisión Internacional de las FARC”?
* * *
Al principio de febrero el corresponsal sueco DICK EMANUELSSON se entrevistó con el señor Vanegas. La entrevista, que por seguridad no había sido publicada hasta ahora por petición de la directora de ACNUR en Costa Rica, fue realizada en un lugar clandestino en San José de Costa Rica donde se había fugado Hernando Vanegas con su familia. Fue “protegido” y apoyado por ACNUR y varios sectores políticos y populares de la sociedad costarricense para evadir el cerco que le había hecho la policía colombiana y costarricense en conjunto.
Hace un mes, la familia Vanegas logró salir de Costa Rica, protegida por el organismo internacional y voló a un país europeo.
Este es el caso ilustrativo como el horror colombiano pasa las fronteras.
* * *
POR Dick Emanuelsson *
EN ALGÚN LUGAR CLANDESTINO DE SAN JOSÉ DE COSTA RICA / Entre los colombianos en el exilio que han tenido que escapar a la guerra sucia en Colombia, hay una gran preocupación, sobre todo después del secuestro el 13 de diciembre de Rodrigo Granda, el vocero internacional de las FARC, realizado por un comando venezolano-colombiano en Caracas.
¡”Por favor, no publique ni una sola letra sobre el caso del señor Vanegas antes de que ACNUR logra a sacarlo del país! Esta en una situación muy preocupante y cualquier noticia podría perjudicarla a lo más grave”
Fueron las palabras de la directora de ACNUR, seccional costarricense, cuando entré a su oficina en San José, 12 horas después de haber entrevistado al señor Vanegas en el sitio clandestino donde estaría con su familia más de un mes.
La preocupación de esta alta jefa del organismo internacional no era sin piso. Vanegas había sido sindicado el 19 de enero de ser uno de los supuestos “embajadores de la guerrilla de las FARC” en Costa Rica. Su familia fue amenazada por los dos policías presentes en la “conversación” con Vanegas. Había pasado solo dos meses desde su antiguo amigo, Rodrigo Granda, había sido secuestrado en Caracas por un comando colombo-venezolano que el gobierno de Uribe le recompensó con miles de dólares. Hernando Vanegas sentía que el espacio en Costa Rica se redujo a cero y podría correr la misma suerte como Granda si no tomara decisiones drásticas.
La siguiente es la entrevista que le hice a Hernando Vanegas Toloso el 1 de febrero del 2005:
* * *
En este momento me encuentro en Costa Rica, con el señor Hernando Vanegas Tolosa, refugiado político hace más de siete años, residente en Costa Rica, disfrutando por lo menos hasta el 19 de enero de ese derecho de la comunidad internacional. Pero Hernando se encuentra en la clandestinidad, escondido, esperando luz verde de ACNUR de poder salir el país para salvar su vida y las vidas de su familia, que también se encontraba en este sitio.
DE: Primero que nada, Hernando cuéntanos ¿que pasó el 19 de enero?
Hernando : El 19 de enero recibí una llamada en mi casa de parte de la Directora del Departamento de Refugiados, en que me expresa que había dos colombianos más que le habían manifestado las mismas inquietudes que yo a raíz del secuestro del señor Rodrigo Granda (en Caracas).
DE: ¿Ellos también estaban preocupados?
Hernando: Si, preocupados por la situación. Ella me dice que ¿si puedo ir a su oficina, a las tres de la tarde? y yo le digo que no hay ningún inconveniente. Asistí a la cita y ella me informa que está muy preocupada por la situación de los refugiados colombianos. Que transmitió esta inquietud –como era su obligación ante casos así- a su jefe el señor Marcos Badilla, el Director General de Migración; que si yo tenía algún inconveniente en charlar con él. Le manifesté que no, y subimos a la oficina de don Marcos; allí charlamos don Marcos y yo, aproximadamente diez minutos.
DAS Y DIS
Él me plantea que si yo tengo inconveniente en charlar con dos personas que conocen más de la situación, le dije que no tenía inconveniente, pues desprevenidamente no pensé en nada malo. Me pasa a una sala de juntas de la Dirección General de Migración y allí me presenta a dos señores uno de ellos es miembro del Departamento de Inteligencia y Seguridad (DIS), que se identifica como Fernando.
DE: Hay que aclarar que es la DIS.
HVT: La DIS es el Departamento de Inteligencia y Seguridad de Costa Rica. Sale don Marcos y me presentan al otro señor que estaba allí; me dice que es un policía colombiano, que viene a hacer unas investigaciones, que si tenía algún inconveniente en charlar con él.
DE: ¿Se identificó el colombiano?
HVT: No se identificó. Solo me dijeron que era de la policía. Ante esta situación, sorprendido, ya uno no sabe ni que hacer y encerrado allí, tocaba enfrentar la situación ya que a partir de las tres o cuatro de la tarde ya no son horas de oficina y esa zona por donde están ubicadas las oficinas de Migración quedan solas, sin nadie que transite por allí. Empezamos a hablar y en todo momento el miembro del DIS, me decía que su mayor preocupación era mi seguridad en Costa Rica, mi estabilidad y mi permanencia en Costa Rica. Que él me garantizaba que todo eso continuaría igual porque además yo tenía “una linda familia, una chiquilla muy inteligente, un muchacho bien simpático, una señora que estaba estudiando en la universidad” y que “sería una lástima perder toda esa estabilidad” que teníamos.
Le tenían grabados “hasta los pedos”
El interrogatorio duró aproximadamente tres horas, en algunos momentos se distensionaba el ambiente, en otros se tensionaba. Me empezaron a hacer una serie de preguntas. Una de ellas fue si yo conocía a Rodrigo Granda, a le respondí que si, que era mi amigo personal, que yo lo conocía desde hace muchos años de mi época de militancia en la Juventud Comunista Colombiana, (JUCO) que además yo lo había visto en algunas ocasiones que él había venido a Costa Rica, que no recordaba si eran tres o cuatro ocasiones. Incluso les comenté que en una ocasión había ido a esperarlo al aeropuerto, ya que según entendía yo, Rodrigo venía con el permiso del gobierno costarricense y en alguna ocasión se había entrevistado con un funcionario de alto rango en el gobierno. Que cuál era el problema si Rodrigo entraba con permisos del gobierno tico, a cuestiones concernientes al proceso de paz.
Me dijeron que ellos habían llegado a mí, porque cuando venía Rodrigo, le hacían seguimiento y entonces ellos habían visto que nosotros nos entrevistábamos muy frecuentemente. Que a Rodrigo le tenían grabados “hasta los pedos” que se echaba haciendo el amor con su señora. Que tenían todos mis pasos seguidos, que sabían TODO lo que yo hacia, quienes eran mis amigos, que sabían TODA mi vida, y me preguntaron por el señor Jorge Arguedas que es el presidente del sindicato de técnicos de comunicaciones ANTEC, un sindicato que pertenece al ICE.
DE: Uno de los sindicatos más fuertes de Costa Rica que ha hecho fuerte resistencia contra el TLC.
HVT: Exactamente, contra la privatización del Instituto Costarricense de Electricidad y telecomunicaciones; que ellos sabían que él me había ayudado económicamente y yo le dije que como no, que siempre me había ayudado cuando estaba en mi época de residente, haciendo mi especialidad de anestesiología y que no solamente Jorge me había ayudado, sino muchos sindicatos, organismos de derechos humanos y mucha otra gente porque en esa época yo trabajaba como residente, pero no percibía ningún salario.
Granda se reunió con Leyva
DE: La última vez que te viste con Rodrigo Granda fue a fines del 2001, en pleno proceso de paz entre las FARC y el presidente Pastrana en Colombia.
HVT: Exactamente, en ese momento había una trabazón muy grande en el proceso de paz y eso estaba al borde del rompimiento. Y Rodrigo estaba haciendo diligencias para lograr descentrabar y de hecho, aquí se reunió con el doctor Leyva quien en ese momento también estaba como refugiado en Costa Rica.
DE: Hay que aclarar que Leyva Duran es un viejo político conservador colombiano que tuvo problemas con la justicia acusado de enriquecimiento ilícito por la Fiscalía y se refugió en Costa Rica, era un tipo de enlace entre Pastrana, que también es conservador, y la guerrilla de las FARC en el proceso de paz.
HVT: Si, exactamente, el doctor Leyva es un miembro del partido conservador, siempre ha estado al tanto de los procesos de paz en Colombia y ha jugado un papel importante en ese sentido, siempre bregando por conseguir la paz en Colombia.
En todo esto siempre “Fernando”, el miembro de la DIS, hacía la amenaza velada a mi estabilidad y continuidad como refugiado en Costa Rica y a la seguridad de mi familia. Cuando me presionaban en ese sentido, me decían que tenía que decirles la verdad, que si yo les colaboraba ellos me ayudaban a mí, en lo que fuera, en cuestiones de trabajo, en lo que fuera... Me dijeron que si yo permitía seguir charlando con ellos en otras ocasiones, que no fuera a ir con don Trino Barrantes.
DE: ¿Quien es don Trino Barrantes?
HVT: Es el presidente del partido Vanguardia Popular de Costa Rica, un partido de izquierda que hizo una denuncia sobre la presencia de miembros del DAS (Departamento Administrativo de Seguridad, policía secreta colombiana) en Costa Rica y del levantamiento de un censo sobre los refugiados por parte de la embajada colombiana.
Médico anestesiólogo
Yo les explique el concepto que yo tenía de Trino, una persona muy solidaria, humanitaria que ayuda a todo el mundo. También me dijeron que ellos tenían una información de parte de Guido Sibaja, que es un señor que jugó un papel durante la administración de Figueres (ex presidente de Costa Rica). Él trabajaba en la embajada de Costa Rica en Bogotá, entonces hubo un papel de intermediación para lograr un proceso de paz, como facilitador. Entonces yo les dije que lo conocía porque precisamente había ido con Rodrigo a una entrevista, que de allí en adelante no me había encontrado más con ese señor, que lo único que sabía era que ahora estaba involucrado en problemas de corrupción en el llamado premio ALCATEL.
Hubo tantas cosas que no recuerdo algunas con detalle. Me preguntaron si yo me sentiría seguro en Cuba, pero pensando que ellos iban hacia otro lado, les dije que yo había estado en Cuba en octubre del 2004 en un Congreso de Anestesiología.
DE: Hay que decir que tu eres médico anestesiólogo.
HVT: Exactamente, yo soy médico anestesiólogo, yo hice la especialidad aquí en Costa Rica desde mayo de 1998 (oficialmente, ya que en realidad la inicié en Marzo, pocos días después de haber ganado la plaza en el concurso que hicieron en febrero) hasta mayo del 2001. Yo soy egresado de la universidad de Costa Rica.
DE: ¿Por eso fuiste a Cuba al congreso?
HVT: Si, un congreso que me ayudó a conocer mucho la situación que viven ellos. Me preguntaron que si había tenido contacto con alguien de la comisión internacional de las FARC. Les dije que no, que lo único extracurricular a lo que asistí fue a una conferencia sobre los cincuenta años de la muerte de Pablo Neruda.
Que “trabajara para ellos”
En concreto, todo este tiempo de presión y de chantaje se reducía a la propuesta, que traía el miembro de la policía colombiana, y era que “trabajara para ellos” ya que –dijo el policía colombiano- “sabían que yo tenía acceso a la comisión internacional de las FARC”. A mi me dio risa que me plantearan eso de esa manera y le dije al miembro de la policía que por qué razón ellos no habían capturado a Marulanda, siendo que tenían todos los recursos económicos y técnicos y yo mismo les respondí porque ellos son zorros, astutos y son previsivos, y ante cualquier situación anómala ellos se mueven.
“¿Usted cree que los miembros de la comisión internacional son tontos, que van a esperar que les pase lo mismo que le hicieron a Rodrigo en Caracas?-les dije.
Y les aclaré que la cuestión era al revés, que definitivamente yo no tenía acceso a los miembros de la comisión internacional. Que más bien eran ellos los que tenían acceso a mí, porque mi vida era pública, absolutamente pública en Costa Rica, que nada clandestino ni ilegal hacia yo. Que además como tenían acceso los de las Farc, lo tenían algunos miembros del partido conservador y algunos del partido liberal con los que yo mantenía algunos contactos por teléfono y por internet.
Ellos siguieron presionándome, que como fuera yo podía llegar a ellos y me preguntaron por una guerrillera de nombre Nubia. Yo les dije que yo no tenía ni idea de quién era, que no la conocía. Allí ellos como que empezaron a dudar un poco.
Para ganar tiempo les dije que la situación era muy difícil para mí, comprometerme a una cuestión de esas, que de todos modos yo tenía que pensar esa propuesta, porque tenía muchas implicaciones para mí. Y les dije que me dieran un tiempo. Entonces los dos se miraron y me dieron ocho días para que pensara la propuesta. Al final la cosa parecía como si fuera entre amigos, sonriéndose ellos y hablándome el colombiano de vallenatos.
¿A quién servía el Director General de la Migración?
Salí de la sala de juntas y estaba don Marcos con mi esposa y mi hijita en su oficina, ella puede avalar que don Marcos no estuvo en ningún momento en el interrogatorio. Él hacia énfasis que estaba preocupado por mi seguridad. Sin embargo él fue quien facilitó la encerrona que me hicieron y permitió que en el despacho de la Dirección General de Migración se realizara un interrogatorio ilegal, violentando todo el orden jurídico costarricense y el derecho internacional pertinente. Por cuanto como refugiado su obligación era protegerme y no ponerme en contacto con miembros de una institución que siempre me ha perseguido en Colombia.
DE: Esto parece como una película de ficción, los miembros de la policía secreta costarricense desde 1997 están documentando y registrando todos tus movimientos y actividades y, sin embargo, vienen y se reúnen con la policía colombiana y les pasan todos sus informes. Y los jefes de la migración, específicamente el Director, facilita esta tipo de encuentro. De igual manera tratan de involucrar a Cuba para reafirmar lo del terrorismo internacional. . . . .
HVT: Yo pienso que uno de los objetivos que tenían era saber si en Cuba había miembros de la comisión internacional de las FARC, para decir que Cuba era un nido de terroristas. También para ver si yo había tenido contacto con ellos. Lógicamente era como una forma de medir si yo tenía conexión con ellos. La propuesta es una propuesta que se deriva de un chantaje vulgar, extorsionador, que viola todo el ordenamiento jurídico internacional.
“¡Nunca fui guerrillero!”
DE: ¿Alguna vez hizo mención la policía de Costa Rica o de Colombia de que tú habías violado las leyes costarricenses?
HVT: En ningún momento me plantearon eso. Es más, siempre que he necesitado la hoja de delincuencia, como llaman acá al equivalente del certificado judicial, me ha sido entregado y aparece que no tengo ninguna cuenta pendiente con la justicia costarricense. El que siempre insistía en que su preocupación era mi estabilidad y mi permanencia en Costa Rica era el miembro del DIS costarricense y llegó en determinado momento a decirme que sería una lástima que la policía colombiana publicara fotos mías de cuando yo era guerrillero en la Sierra Nevada, allá por los años ochenta.
DE: ¿Fuiste guerrillero?
HVT: No, ¡nunca fui guerrillero! Siempre he tenido muy buenos amigos en las organizaciones, sobre todo en las FARC, porque algunos de esos dirigentes de las FARC han sido dirigentes de la izquierda legal, dirigentes comunistas o de otras organizaciones de izquierda, que por la guerra sucia tuvieron que enmontarse. Mi época de militancia fue en los años setenta y ochenta.
DE: ¿En la Juventud Comunista Colombiana?
HVT: En la JUCO y entonces allí conocí a gente de todo tipo, a muchos dirigentes, gente del M-19, el ELN, del partido liberal y conservador, del MOIR, de los trotskistas, maoístas, de todo el espectro político que se mueve en Colombia y, lógicamente, uno tenía contacto con ellos porque en las asambleas estudiantiles se daba la discusión a ver quien era el que tenía la línea, como decíamos en la época.
DE: Pero tu también fuiste médico en la Sierra Nevada, porque tu eres de la Costa, del departamento de Magdalena.
HVT: Si yo después que terminé el rural en Gamarra, me ubiqué en un pueblo que se llama Fundación, que queda prácticamente en las estribaciones de la Sierra Nevada. Yo iba a realizar a la Sierra brigadas de salud, allá no había atención médica. Entonces los presidentes de las Juntas de Acción Comunal me pedían que si podía darles la asistencia. A veces iba un fin de semana, a veces en Semana Santa. Incluso los mismos indígenas también les presté atención médica y bueno, las contraprestaciones era la satisfacción de estar brindando la atención a gente que no tiene. Pero no solamente en la Sierra, también en la parte plana que corresponde a toda el área de Fundación, allí realizaba brigadas de salud.
DE: Allí se cruzaron, me imagino, a veces con la guerrilla, porque era zona bajo influencia de ellos.
HVT: Si, lógicamente en esa zona se movía el 19 Frente y bueno, ya hoy puedo decirlo, porque el amigo murió, el comandante de ese frente había sido compañero de estudios mío en el bachillerato.
DE: ¿Cómo se llamaba?
HVT: El comandante Adán Izquierdo, fue mi compañero de estudios en la secundaria y todos los que nos graduamos en esa promoción con él, estábamos al tanto de que él estaba ahí en la Sierra. Incluso, muchos iban a visitarlo, no como cosa de incorporarse a la guerrilla, ni trabajar con la guerrilla, ni nada por el estilo, sino con el ánimo de visitar a ese amigo que había tomado una decisión de ese tipo y compartir con él algunas cosas.
Detenido por la contraguerrilla.
DE: Es decir, que por las viejas amistades tuyas en esa época, que después fueron insurgentes, incluso Rodrigo Granda, ¿es que tratan de comprometerte las autoridades colombianas como integrante a la insurgencia de esa época?
HVT: Bueno, en esa época yo asistía o iba a brindar a los campesinos la atención médica. Pero en el año de 1988 en Aracataca (en donde nació el Premio Nóbel, Gabriel García Márquez), que queda a 15 minutos de Fundación, me detuvo un comando de la policía contraguerrilla.
Yo estaba haciendo fila para hacer una llamada. Había dos o tres personas más y nos agarraron diciendo que nosotros éramos guerrilleros. A tres de los detenidos nos llevaron para una zona que se llama Macaraquilla, que es ya en las estribaciones de la Sierra y nos la montaron a los tres, como decimos allá. Nos separaron como 200 metros a cada uno y nos dieron patadas, golpes con la trompetilla del fusil y las pistolas, nos pusieron la bota en la nuca y como a la hora sonaron tres disparos en la parte más alta, después jugaron a la ruleta rusa. Lo que nunca supe era si el revólver tenía realmente un único cartucho de los seis.
Dijeron que allá habían matado al primer “hijueputa”, que teníamos que hablar, reconocer que éramos guerrilleros. Al darse cuenta que ninguno de los tres tenía nada que decir, entonces nos embarcaron en la camioneta y nos llevaron al comando de la policía de Fundación. Ahí permanecí detenido sin ninguna acusación durante cinco días y posteriormente nos trasladaron a Santa Marta a los calabozos del F2, donde estuve detenido cinco días más.
Nos liberan porque una juez dicta un Habeas Corpus a nuestro favor. Sin embargo, antes la policía nos traslada a la cárcel de Santa Marta, allí un juez de orden público estaba llamándome para que rindiera indagatoria y los abogados decían que no era posible que eso sucediera porque yo tenía un habeas corpus.
La situación se resolvió porque el director de la prisión de Santa Marta, ante la presión de los abogados, por un lado, y del juez de orden publico, por el otro, dijo; “voy a llamar a la dirección general de prisiones y lo que ellos decidan, eso hago”. Llamó al director general de prisiones, él le preguntó si tenia el Habeas Corpus en la mano, él le dijo que si, y entonces le dijo “libérenlos”.
De ahí en adelante me montaron a mi un proceso por rebelión, es un proceso que siempre se mantuvo vivo, siempre lo tuvieron ahí, actualizándolo. Entonces yo me escondí en la Sierra. Yo vivía en la Sierra Nevada, me movía por ciertas zonas y ahí atendía a indígenas, campesinos y también a los guerrilleros. Aclaro que viví en la Sierra con la guerrilla, pero no EN la guerrilla, siempre protegido por la guerrilla, pero también protegido por los campesinos, por los indígenas, por los hacendados, en fin, por toda la gente que vive por toda la zona. Es quizá la época en que yo me sentí realmente médico. Iba en mulas o a pie a diferentes partes en donde me pedían ayuda. Que si una mujer en el parto hacía retención de placenta, allá iba yo a ayudar a la partera en ese caso. Que si una saga indígena veía que el parto se le atrasaba a la indígena que estaba atendiendo, allí iba yo, la examinaba y le informaba a ella lo que pensaba, si tendría el parto en una o dos horas. En fin, cosas como esas. Los indígenas me pusieron un nombre, que parece que es el nombre que estos señores manejan, “El Salvador”, por mi condición de medico.
Matan familiar de su esposa indígena
DE: Bueno, hay que decir también que tu esposa es indígena, viene de la Sierra Nevada.
HVT: Si, yo conocí a mi compañera, yo me había casado antes pero a raíz de todos estos problemas el matrimonio se acabó. Yo la conocí a ella en el año 88 y en el año 90 me trasladé para la zona de la Sierra en donde ella vivía. Ella es descendiente de los Kuankuamos, pertenece a la cuarta etnia de la Sierra Nevada, los indígenas Kuankuamos. Estos indígenas han estado siendo perseguidos por las fuerzas paramilitares. Las denuncias que hacen los organismos de derechos humanos es que durante este tiempo han asesinado aproximadamente a 172 miembros de esa etnia, han causado un desplazamiento masivo y se han apoderado de sus tierras.
Entre los asesinados hay un primo –en 2o ó 3er grado- de mi compañera, que era el responsable de derechos humanos de la organización nacional indígena seccional Cesar, él se llamaba Fredy Arias. Él pidió una entrevista para solicitar protección porque temía por su vida, le dieron la entrevista y a la hora de haber salido de ella lo asesinaron en Valledupar. A todos los Arias los están persiguiendo, porque dicen que son miembros de la guerrilla o apoyan a la guerrilla de una u otra manera.
Es de resaltar que en esa zona se está deteniendo masivamente a los campesinos por el simple hecho de que la guerrilla pase por allí, de que les brinden un vaso de agua. Es una situación muy complicada para esos indígenas e incluso un hermano de mi esposa, le tocó venirse porque los paramilitares lo estaban buscando para asesinarlo, hasta en Bogotá lo estuvieron buscando.
Dos hermanos asesinados
DE: No solamente la familia de tu esposa sufre persecución sino tu familia también ha sido duramente afectada durante los últimos años. Cuéntanos que pasó después del año 88, cuando te fuiste a Bogotá.
HVT: En el año 1992 me trasladé a Bogotá. Allí empecé a trabajar en farmacias y después mi compañera se trasladó y estaba conmigo. Eso fue hasta el año 97, que salí por recomendación de algunos abogados amigos que trabajaban en derechos humanos.
Trabajaba en farmacias, a veces en algunas IPS, a veces había amigos que me daban contratos como médico supernumerario en el Seguro. Esa ayuda me permitió sobrevivir en Bogotá todos esos años. Hasta que al final los mismos abogados me dijeron que me viniera, que saliera del país, porque ellos tenían conocimiento que todos esos procesos que no habían podido resolverse, la inteligencia militar los había pasado a los paramilitares para que buscaran a la gente y la asesinaran.
Mi familia durante todos esos años a partir del año 1988, ha sido victima de hostigamientos y de seguimientos por parte de los miembros de la policía secreta y del DAS de Colombia.
En el año 2000 un hermano mío –José de la Paz Vanegas- fue asesinado en Barrancabermeja, supuestamente en una extorsión que realizaron a nombre del ELN, digo supuestamente porque eso nunca se comprobó y hoy ese crimen esta en la impunidad.
En el año 2002, el 30 de enero mi hermano José Vanegas Toloza, fue asesinado por paramilitares en Santa Marta en una droguería que él le administraba a una hermana mía. La orden de ese asesinato la dio Jorge Luis Ochoa Ballesteros, que era el que comandaba una banda que se conocía como Los Morrocoyos, que a su vez eran integrantes del grupo paramilitar de Hernán Giraldo.
Familia perseguida
DE: ¿Hernán Giraldo es de la Sierra Nevada, de los paramilitares que tenían una disputa por narcotráfico?
HVT: Con Castaño hubo una disputa seria, Castaño y Mancuso, por el control del narcotráfico en la zona. Esta zona, que va desde Santa Marta hasta Mingueo, en la Guajira, es quizás la única en la Sierra en donde se cultivan las plantas de las que se procesan los narcóticos, con la excepción, claro está, de la zona indígena en donde ellos tienen su cultivo tradicional de coca. Pero en esa zona se cultiva coca y amapola y eso es un negocio controlado por los grupos de Hernán Giraldo.
La información que yo he podido obtener sobre el asesinato de mi hermano, es que la orden la dio el jefe de inteligencia de la primera división del ejército, se la dio a Jorge Luis Ochoa Ballesteros. Este señor esta preso en Bogotá por el asesinato del profesor universitario Roque Morelli, profesor de la Universidad de Magdalena, ese es uno de los tantos asesinatos que ellos cometieron allí.
Los asesinatos de mis hermanos continúan impunes. Mi familia ha sido victima de extorsión, la han extorsionado los paramilitares de Santa Marta; algunos otros hermanos viven prácticamente como desplazados en otras ciudades de Colombia.
DE: Aunque han pasado siete años ¿sigue el hostigamiento?
HVT: Aunque han pasado desde el -88, muchos años; pero desde que yo salí de Colombia, tengo siete años de estar aquí en Costa Rica.
“El fantasma que siempre me persigue”
DE: ¿Y ahora viene la policía colombiana otra vez?
HVT: Cuando yo llegué a Costa Rica le comenté a la Directora General del Departamento de Refugiados de la situación. Y el refugio me lo dieron a los quince días. Te aseguro que a esta señora también la usaron los de la DIS y el Director de Migración, ella no tiene nada que ver en la encerrona en la Dirección. La Directora del Departamento de Refugiados es una funcionaria que interpreta realmente el sentir del pueblo tico, amante de la paz. Desde entonces, 1997, he estado aquí legalmente trabajando, normalmente, abiertamente y todo el gremio de anestesiólogos me conoce, mis vecinos, mucha gente me conoce y puede dar fe de quién soy.
Hice la especialidad de 1998 al 2001, inicié mi proceso de incorporación como médico al Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, peleando también porque algunos tienen una posición xenofóbica. Otros dicen que es en defensa de sus puestos. Sin embargo, a pesar de la posición xenofóbica del Presidente y el Fiscal del Colegio de Médicos, de ese entonces, me incorporaron precisamente el 30 de enero del 2002, el año y el día que asesinaron a mi hermano. Después me incorporaron como médico especialista, a los cinco o seis meses, desde entonces estoy trabajando como médico anestesiólogo, en un hospital de la Caja Costarricense del Seguro Social. Y a nivel privado en algunas clínicas y hospitales privados.
He mantenido mi actividad normal, dedicado a mi trabajo y a mi familia, a mi vida común y corriente. Esa tranquilidad ahora ha sido truncada por la policía colombiana, que parece que fuera como el fantasma que siempre me persigue. No sólo en Colombia, sino ahora en Costa Rica. Ellos dicen que no voy a estar seguro en ningún país y eso es una amenaza muy seria. Y bueno, la esperanza es que ojala haya un país donde pueda volver a iniciar la reconstrucción de mi vida, que estos tipos me han destruido realmente. A reconstruir la vida de mi familia, de mi hijo de 15 años y de mi niña de 11.
Otra vez huyendo. . .
DE: En estos momentos te encuentras escondido con tu familia en un lugar de Costa Rica. ¿Sabes algo de como se va a resolver esta situación, que ayuda has recibido de la ANUR?
HVT: Bueno, no realmente; un procedimiento de reasentamiento según ellos mismos me informan y lo que he conocido de otras personas, es que puede durar de tres a cuatro meses, para resolver. Esperemos que este caso no sea así tan largo, porque definitivamente estar escondido y no poder trabajar normalmente, pues lógicamente de que repercute en mi familia, en mi salud. Tengo un problema de enfermedad de arterias coronarias, tuve un preinfarto, me hicieron una angioplastía y tengo dos stent colocados en dos arterias, en el corazón.
Toda esta situación ha afectado mi salud, sobre todo porque el día veinte de enero yo fui al consultorio del cardiólogo que me atiende y allí llegaron unas personas extrañas, vigilantes. Salí a buscar a un amigo que me había acompañado, junto con mi hijo, y una camioneta negra pasó cerca de donde yo estaba, con cuatro tipos a bordo, de rostro no muy amable, mirándome. Me alejé hacia otra esquina y pasó otro carro, también con cuatro personas, que esta vez me miraron amenazadoramente.
DE: O sea, ¿querían hacer notar su presencia ante ti?
HVT: Querían hacer ostensible su presencia. Esto creo que obedece a todo ese mecanismo de presión. Sin embargo, eso me afectó y he estado con crisis hipertensiva.
DE: ¿Es cierto que también te hicieron llegar un panfleto a tu casa?
HVT: El jueves pasado, 27 de enero, yo recibí una llamada a las 7 y treinta de la noche en mi casa, de parte de los dos miembros estos, el de la DIS y el de la policía colombiana. Ellos me decían que el plazo se había acabado, que no había posibilidad de más tiempo. Yo les dije que estaba muy enfermo y por eso no los había llamado, ni asistido a una entrevista con ellos. Entonces me dijeron que no había más tiempo, para nada.
Pasó el colombiano al teléfono y me dijo que no había más tiempo, que entonces que si decidía alguna cosa, pues que les escribiera a un correo electrónico que ellos me dieron, turismocostarica05@yahoo.com. Como el teléfono de mi casa tiene identificador de llamadas, sabemos que el teléfono del que llamaron es el 256-01-77.
DE: ¿Y eso es de donde?
HVT: Algunos amigos llamaron y parece que es una oficina que permanece las 24 horas del día activa, no se identifican, solamente preguntan con quien desea hablar y si no hay respuesta, entonces cuelgan y luego colocan una contestadora.
Ligar a Granda con el narcotráfico y extraditarlo a USA.
HVT: Yo me salí ese mismo día de mi casa, porque la situación estaba muy tensa para mi familia. Un amigo fue el día domingo a la casa y ellos encontraron un panfleto.
El panfleto era un montaje de una noticia que había salido en el periódico Al Día que decía: “Granda ligado a narcos”, y la ligazón la establecen con base en supuestos: se cree, la policía sospecha, supone, pero nada de que ellos tengan una prueba en concreto. Yo pienso que todo esto es una estrategia para ligar a Rodrigo con el narcotráfico y poderlo extraditar a los EEUU, ya que el único delito por el que lo pueden enjuiciar es el de Rebelión.
De eso eran dos páginas y la tercera decía; “VEA NUESTRA PRÓXIMA EDICIÓN”, y entonces sacaban una foto mía, cuando yo fui a recibir a Rodrigo, precisamente en el 2001, al aeropuerto. Información que yo mismo les había dado el día del interrogatorio. Esto te mostrará lo sucios que son.
En esa época había un Burger King al lado de la puerta de llegada de vuelos y allí nos sentamos a hablar como los dos viejos amigos que somos, abiertamente, públicamente, y eso lo estaban filmando los de la DIS, y la DIS se la pasa a la Policía colombiana, ¿cómo te parece? Entonces sacan una foto de esa filmación y el titular era “Granda se queda sin su Salvador”. La amenaza era que yo era Salvador, el guerrillero de la Sierra Nevada y de que en próximas horas se iba a dar mi captura.
Y también implicaban a mi señora, la catalogaban como la guerrillera “Gina”, resulta que la sigla de mi señora es Yinaf y los únicos que le dicen Yinaf son sus hermanos. Mi señora cumplió el 15 de enero y recibió una llamada de sus hermanos y todos le decían Yinaf, lo que demuestra ellos tenían interceptado el teléfono de mi casa. Entonces ya me la están colocando con un alto, con un gran prontuario terrorista y todas esas cosas. Como ves estos individuos no se detienen ante nada, incluso mienten para lograr sus objetivos.
Los tentáculos de la policía colombiana
Todo esto lo hemos denunciado acá con ACNUR, afortunadamente hemos encontrado una respuesta positiva, han sido extraordinariamente solidarios con mi familia y conmigo, muy humanitarios. En el momento estoy bajo la protección de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, a la espera de que me den el reasentamiento en un país a donde no lleguen los tentáculos siniestros de la policía colombiana, de sus organismos secretos, de sus militares y muchísimo menos de sus bandas de paramilitares, porque te digo sinceramente el temor más grande es que me asesinen y asesinen mi familia.
Igualmente, la solidaridad de las organizaciones sociales, sindicales, de derechos humanos, de partidos de izquierda, en Costa Rica ha sido fundamental para que no hayan podido hacernos nada malo.
Responsabilizo de cualquier situación que viva yo personalmente, mi familia, mi familia en Colombia, en cuestiones de persecuciones, atentados, secuestros, etc., a la policía colombiana y al gobierno de Colombia.
* * *
Y ahí termina la entrevista con Hernando Vanegas Tolosa que después cinco semanas de la entrevista arriba fue sacado de Costa Rica y logró arribar a un país en el continente europeo, respirando tranquilidad otra vez. Regresando a Colombia entregué la entrevista al canal de televisión RCN que en su programa “Noche con RCN” reveló partes de la entrevista con Hernando Vanegas Tolosa. Terminó el programa con una entrevista con el jefe del DAS, que no quiso confirmar o desmentir si el estado colombiano tiene redes de sapos en el exterior que hacen espionaje a sus compatriotas que han huido la guerra sucia en su país.
Abajo escribe el mismo Hernando Vanegas Tolosa sobre como son utilizados colegas periodistas en montajes políticos. Dejo esto tema como testimonio la crueldad en como son perseguidos los colombianos, no solamente en el país sino ahora también en el exterior.
Dick Emanuelsson,
* Corresponsal que cubre Latinoamerica desde 1980
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Hernando Vanegas Tolosa:
NUEVO MONTAJE MEDIATICO EN COSTA RICA
“La policía colombiana montó un reportaje con el periodista Adrián Meza del Noticiero Teletica de Canal 7, en que lo que querían era hacerme aparecer como el sucesor de Rodrigo Granda en la Comisión Internacional de las Farc y como organizador de grupos sicariales y de narcotraficantes en Costa Rica en el año 1998 –y así librar orden de captura internacional como narco-terrorista. Al periodista le entregaron las fotos de cuando fui detenido en 1988 y dizque un número de teléfono que tenía Rodrigo a mi nombre. Ese teléfono en ningún momento es, ni ha sido mío y eso lo puede investigar fácilmente cualquiera.
“Pero se les cayó el montaje porque fui al canal y hablé con el periodista y los directores del noticiero, y les mostré lo que era mi vida, que en febrero de 1998 estaba presentando exámenes para la plaza para la especialidad en anestesiología y en marzo ya estaba en el Hospital San Juan de Dios, trabajando de 7 de la mañana a 4 de la tarde y permaneciendo más o menos 15 días de guardia en el hospital, haciendo mis guardias normales más las que me daban los residentes nacionales que me las pagaban y me permitía llevar algo de dinero a la casa, lo que además de la ayuda de los amigos sindicalistas y personas a título personal, me ayudaba a sufragar los gastos de arriendo, alimentación, servicios, transporte.”
“En el reportaje mostraron el video del día que fui a recibir a Rodrigo al aeropuerto, cosa que yo mismo les había dicho, ¿qué tal?, sacándolo completamente de contexto, manipulándolo. Uno de los policías que aparecen dando declaraciones en el reportaje que publicó el Noticiero Teletica, estaba en la Dirección de Migración el 19 de enero del 2005. O sea, los mismos que me extorsionaron, son los que llevaron al periodista costarricense a Bogotá, son los mismos que le dan declaraciones para el reportaje. Todo un montaje! Trataron de asustar a la gente tica sobre el peligro del narcotráfico de las FARC y el tráfico de armas, como causa de la violencia que ellos están viviendo ahora…”
“Quién sabe qué otra clase de montaje harán ahora para continuar persiguiéndome, o para perseguir refugiados colombianos ya que según supe ya hay más de 20 casos de refugiados colombianos solicitando reasentamiento por la persecución de la policía colombiana, de sus organismos secretos y de los paramilitares. Parece que el fantasma me persigue adonde voy!.
Hernando Vanegas Tolosa
1) http://www.presidencia.gov.co/sne/2005/abril/0
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