El imperativo de una Mediación Pedagógica para la Paz en Colombia



La imposición violenta, a sangre y fuego, de la visión del paradigma occidental, en nuestro caso con la llegada de los españoles, condujo a la extinción de 50 millones de nativos americanos.

La simplicidad, la visión cartesiana-newtoniana, el desprecio por lo diverso y por el otro, el aborrecimiento y desconocimiento de lo autóctono, la imitación grosera y burda de lo europeizante y hoy día del “modo de vida americano», la incapacidad de una visión en el adentro del propio ser, la incapacidad de ver el adentro interiorísimo del otro, de reconocerse en el otro, han sido también resultados nefastos de esta larga noche de aculturación que hemos padecido los colombianos.

El acceso a la educación se convierte en imperativo para la satisfacción de las necesidades de fuerzas productivas laborales que se vendieran al desarrollo de un capitalismo que tampoco fue producto del desarrollo de nuestras fuerzas productivas, sino el resultado de la imposición de lo que algunos autores llaman la modernidad capitalista.

En Colombia confluyen rasgos económicos feudalistas con un capitalismo deformado, con la existencia de unas clases terratenientes y capitalistas, que elitizaron la vida de los colombianos hasta la imposición de una estratificación social que corre por cuenta del Estado colombiano. De allí a la visión de lo que es fundamental para la existencia del Estado y la sociedad colombianos, es la preservación de la existencia de estas castas que actúan impelidas, apoyadas por el socio imperialista que se vuelca hacia nuestra territorialidad, como ave de rapiña ávida de nuestros recursos naturales y también de nuestra sangre.

Víctimas son no sólo los que se levanten y traten de subvertir el orden establecido del monstruo de tres cabezas (partidos liberal-conservador-imperio), sino también a todo aquel que atente contra la visión paradigmática imperante. Asesinan entonces no sólo a los miembros de partidos de izquierda (5.000 del partido de izquierda la Unión Patriótica, en el mayor genocidio contra un partido político de que tiene noticia la historia), a los dirigentes sindicales, a los comunales, a los defensores de derechos humanos, sino que asesinan a los miembros del mayor sindicato de educadores colombianos, la FECODE, en un intento demencial de parar por la fuerza fatídica de las armas asesinas e impedir la enseñanza, el aprendizaje por parte de nuestros niños de que un mundo mejor es posible.

En ese dramático panorama, planteo entonces la imperiosa necesidad de llevar a cabo una Mediación Pedagógica, entendién-dola como la define nuestro maestro, Francisco Gutiérrez Pérez, en el sentido del «tratamiento de contenidos y formas de expresión de los diferentes temas a fin de hacer posible el acto educativo, dentro del horizonte de una educación concebida como participación, creatividad, expresividad y relacionalidad», seguros como estamos de que como lo plantea Prigogine: «El caos posibilita la vida y la inteligencia»

Dicha Mediación Pedagógica tendría que tocar necesariamente todas las instancias de la vida económica, social, política y personal de la sociedad colombiana, lo cual implicaría necesariamente «el desaprender lo aprendido» y comenzar a aprender lo no aprendido, es decir, el respeto a la singularidad de la vida misma, el reconocimiento del adentro interiorísimo del otro y la aceptación de la complejidad de la vida de hoy, la cual debe ser vivida con su fuente permanente de incertidumbres.

De igual manera, debe tocar la fibra sensitiva de la sociedad en su conjunto, valorando con creatividad las enormes fuerzas sociales que se mueven en su interior, permitiéndoles la participación que hasta hoy solo es permitida con la participación electoral, además de incentivar su expresividad en desarrollo de la interrelacionalidad inherente a toda sociedad que se considere viva.

Por supuesto que en este proceso deben participar las partes directamente involucrados en la guerra civil, o sea, el Estado colombiano en su conjunto y la insurgencia armada representada en las guerrillas, además de las diferentes formas de expresión organizacionales de los grupos sociales, sindicatos, partidos políticos, organizaciones de mujeres y de derechos humanos, así como la participación efectiva y solemnizadora de la niñez.

En esta tarea de Mediación Pedagógica, juega papel fundamental echar mano de los planteamientos de la Biopedagogía del maestro Francisco Gutiérrez, de la teoría del caos de Prigogine, del pensamiento complejo de Edgar Morin, de la biología del amor y la teoría de la autopoiesis de Maturana y Varela, de las teorías educativas de Gallegos Nava, así como rescatar los saberes ancestrales de nuestros indígenas y del pensamiento de avanzada en Colombia y latinoamericano, para ir conformando un todo que nos permita resarcirnos de los más de 500 años de estar ciegos ante nosotros mismos y agredirnos mutuamente, violentando al otro, persiguiendo al diferente, para desarrollar acertadamente esta Mediación Pedagógica para la Paz de los colombianos que realmente deseamos la paz para vivir la vida en paz.

Tamaña tarea histórica exigirá esfuerzos por ir desbrozando camino sobre la marcha, mediante ensayo y error, sin ninguna certidumbre que guíe nuestros pasos en la búsqueda incesante de la luz guía, a la vez que una enorme paciencia que solo los hombres y mujeres con un nivel de conciencia cósmica y real dimensión espiritual, pueden desarrollar con una visión integradora y totalizadora de una realidad compleja, complicada, oscurecida por múltiples intereses, visión necesaria para llevar a feliz puerto el anhelo de los colombianos y todos los pueblos latinoamericanos por una nueva vida, que sepa enlazar los niveles de conciencia separados y difusos.

Sólo así comenzaremos los colombianos a transitar los caminos para Humanizarnos en vez de Barbarizarnos, Universalizarnos en vez de Humanizarnos, entendiendo que «todo ser humano, como el punto singular del holograma, lleva el cosmos en sí (…) todo individuo, incluso el más reducido a la más banal de las vidas, constituye en sí mismo un cosmos», a la vez que nunca perder de vista que lo que nos ha hecho humanos nos hace caminar, encontrarnos, orientarnos, perdernos, extraviarnos, reencontrarnos, creernos, dudar, redudar, amar, odiar, sentir placer y dolor, vivir muertos la vida y en la lucha por la vida vivir muertos de la risa la muerte, en fin, vivir y revivir la vida en espiral como un bucle, como hombres y mujeres complejos.



Dignidad del Ser Humano: Reconocimiento amoroso del otro

Son realmente gratificantes los planteamientos de Maturana sobre la biología del amor. Entender que los seres humanos somos animales que dependemos del amor y que es precisamente el “vivir una manera de vivir que sistemáticamente niega el amor”, además de la privación de amor a cualquier edad, causa de enfermedad, nos lleva a entender nuestro propósito vital, desde un ángulo diferente, conforme hemos explicado antes.

De igual manera, al entender que “el amor consiste en una conducta o clase de conductas a través de las cuales el otro aparece como un legítimo otro en coexistencia con uno en circunstancias que el otro puede ser uno mismo” podemos concluir que es precisamente el amor lo que nos dignifica como seres humanos ya que “uno no necesita justificar su ser ante el otro, y no necesita buscar fuera de sí los elementos que justifiquen o definan su individualidad” (Maturana H. Op. Cit.)

La dignificación del ser humano “no es asunto de legitimar al otro, o de hacer cosas intencionalmente para legitimar el otro, es un asunto de la conducta a través de la cual la legitimidad del otro no es negada, aún en el desacuerdo.” (Maturana H. Op. Cit)

Para recobrar la punta del hilo que nos conecta con la madeja, debemos entonces entrar a dignificar el ser humano a través del proceso de sanación de recobrar su biología del amor en el diario vivir de la convivencia con los otros seres humanos y vivos, al igual que su vivir la vida en armonía con su comunidad, con el planeta y con el Cosmos, en el cumplimiento de su teleología, porque no tenemos derecho a matar lo que no hemos creado, ni siquiera a lo que no hemos creado.

Mediación pedagógica para la paz desde la complejidad

La visión que planteamos debe ver al ser humano en múltiples niveles y dimensiones, así como con múltiples interrelaciones, y en ella la educación juega un papel fundamental para la consecución del objetivo de un cambio paradigmático. Retomo el planteamiento del Dr. J.C. Payán de que “los nuevos avances no se pueden añadir al edificio compuesto por viejos ladrillos, hay que cambiar los ladrillos y remover también los cimientos”.

Ello significa que nuestra labor pedagógica debe estar orientada hacia el cambio paradigmático, sin pretender remendar lo irremendable. No es que “a través de la educación podamos mejorar la calidad de vida de la población”, sino que a través de la educación y la mediación pedagógica induzcamos un cambio paradigmático que significará la recuperación de la vida y el vivir la vida por parte de la población porque “la visión que planteamos tiene connotaciones políticas, sociales, económicas, culturales; es un planteamiento comprometido con la lucha social”. (Payán J.C. Íbidem)

Ello significa, en palabras de la Dras. Denise Najmanovich y Vera Lennie, que la vida, como la salud, “… desde la perspectiva de la complejidad no puede pensarse si no es en referencia al itinerario que la vida misma fija, a los valores que el hombre construye, a las prácticas culturales que le dan sentido”. (Najmanovich D, Lenine V. Pasos hacia un pensamiento complejo en salud. www.pensamientocomplejo.com.ar/ )

Para tal cambio paradigmático impulsamos una mediación pedagógica que se debe abordar desde diferentes niveles –personal, comunitario, social, planetario y cósmico- desarrollando los diferentes niveles de conciencia y las diferentes dimensiones presentes en todo proceso de aprendizaje, es decir, las dimensiones cognitivas, social, emocional, corporal, estética, y espiritual, teniendo siempre presentes que “en los seres humanos los procesos de aprendizaje son el resultado de la autoorganización de las informaciones.” (Gutiérrez F. Pedagogía del aprendizaje).

Por ello, debemos desarrollar una educación tendiente en el nivel de conciencia personal al aprendizaje de la recuperación de la vida del ser, su autonomía y su visión de pertenencia a una red que le permite los procesos de auto-eco-organización; en el nivel de conciencia comunitario y social, contra la imposición del paradigma imperante, debemos resaltar la necesidad de tejer las redes del entramado comunitario-social y su responsabilidad en la planificación, desarrollo y evaluación de programas que busquen enfrentar con éxito los problemas acuciantes de la comunidad y la sociedad, que recupere su historia y ancestrales saberes; en el nivel de conciencia planetario la necesidad de romper con los depredadores de la madre tierra e implantar modelos económicos que privilegien la vida del planeta por encima de los intereses de los sectores económicamente dominantes, que en su voracidad irresponsable han llevado al planeta al límite, al borde del colapso; y en el nivel de conciencia cósmico enseñando que el hombre es parte ínfima e íntima del cosmos.

Tenemos entonces que considerar las diferentes dimensiones del proceso de aprendizaje, como las planteadas por Gallegos Nava:

1. Dimensión Cognitiva:
ø procesos de pensamiento, razonamiento lógico-matemático.
ø Educación holista: los aspectos intelectuales deben ser cultivados con amor y respeto para que el aprendiente haga un uso responsable de ellos.
ø Desarrollo de inteligencias lógico-matemática y verbal.

2. Dimensión Social:
ø Todo aprendizaje se realiza en un contexto social de significados compartidos, sin intersubjetividad el aprendizaje no es posible.
ø El aprendiente o estudiante es un ser orientado a la comunidad y a la justicia social
ø El aprendizaje está relacionado con pautas culturales y el lenguaje.

3. Dimensión Emocional:
ø No es posible separar la emoción de la razón.
ø Todo proceso cognitivo tiene una contraparte emocional muchas veces dominante.
ø La inteligencia emocional es clave en educación holista

4. Dimensión Corporal:
ø Todo aprendizaje se realiza en un cuerpo físico.
ø Armonía cuerpo-mente imprescindible para calidad del aprendizaje
ø El movimiento corporal ligado al buen aprendizaje
ø La respiración en relación con el estado de conciencia.
ø Incluir al Yoga y la salud holística.

5. Dimensión Estética:
ø El aprendizaje holístico es más un arte que una tecnología, ya que aprender es antes que nada un acto hermoso que llena de sentido la existencia humana
ø El arte debe ser estimulado en sus diferentes expresiones, estimulado, despertando la sensibilidad se llega al florecimiento de la bondad.
ø El arte es la expresión de la vida interior, fundamental para una vida feliz.

6. Dimensión Espiritual:
ø Fundamental porque no se puede llegar a ser un ser humano con desarrollo cognitivo y procesos analíticos nada más.
ø Espiritualidad es vivencia total y directa del amor universal que establece un orden interno en nuestra conciencia, es un sentido de compasión, fraternidad, concordia, y paz hacia todos los seres.
ø La espiritualidad nos hace universales y menos egocéntricos.
ø Dimensión y nivel inmanente y trascendente, base de la inteligencia y la sabiduría, es amor incondicional
ø La espiritualidad es el corazón de la educación holista que lleva a establecer una relación de amor y a considerar el amor como la realidad educativa más importante.


En cada dimensión debemos hacer énfasis en procesos educativos que vayan elevando el nivel de conciencia del ser humano. Por ejemplo, a nivel de la dimensión cognitiva desarrollo de inteligencias lógico-matemáticas, verbal, y cultivar con amor los aspectos intelectuales.

En la dimensión social, el aprehendiente será orientado hacia su vida en comunidad y hacia la justicia social, en un contexto social de significados compartidos y relacionándolo con pautas culturales y el lenguaje.

En la dimensión emocional hacer énfasis en que no es posible separar la emoción de la razón, que todo proceso cognitivo tiene una contraparte emocional inseparable y en el desarrollo de la inteligencia emocional.

En la dimensión corporal aclarar que todo proceso cognitivo se desarrolla en un cuerpo físico, el cual debemos respetar.

En la dimensión estética resaltar que el aprendizaje es más un arte que una tecnología, estimulando el arte en sus diferentes manifestaciones, despertando la sensibilidad, y valorándolo como expresión de la vida interior, fundamental para lograr una vida feliz.

Y en la dimensión espiritual aclarando que no se puede llegar a ser un ser humano con desarrollo cognitivo y procesos analíticos nada más, ya que la espiritualidad nos hace universales y menos egocéntricos y egoístas, que establece un orden interno en nuestra conciencia, en un sentido de compasión, fraternidad, concordia y paz hacia todos los seres ya que es el corazón de la educación holista que nos lleva a establecer una verdadera relación de amor, teniendo siempre presentes que “lo esencial es invisible a los ojos”. (Ver Gallegos Nava. Modelo educativo multinivel)

Este modelo multinivel-multidimensión no encaja en los marcos actuales, y como lo plantea la Dra Najmanovich para la salud, “en el marco de las instituciones actuales, con una rígida organización jerárquica y una división del trabajo, el saber y la responsabilidad fundada en un modelo mecanicista y en sistemas de salud burocratizados y plagados de intencionalidad lucrativa, rentabilidad y/o eficacia administrativo-económica.” (Najmanovich D. Lennie V. Ibidem).

Por tal razón, nuestras acciones, ya que según la teoría del caos, éste no debe conducir al inmovilismo, deberán estar orientados, dialéctica y dialógicamente según la situación, hacia diferentes escenarios:

A Nivel del Escenario Político, propiciar cambios políticos necesarios a fin de impulsar el cambio paradigmático porque como lo plantea del Dr. Payán “se necesita tener mucha miopía histórica para creer que se pueden hacer cambios realmente profundos y revolucionarios en la ciencia sin tocar el aparato social y político. Así entendido, esto reafirma que lo llamado “alternativo” debe ser total y tener compromisos revolucionarios con la comunidad. (Payán. Lánzate al vacío. pág 41). Es posible comenzar a adelantar acciones en este nivel aún en la etapa de diálogos, conversaciones, o como quiera llamársele.

A nivel del escenario Salud Pública, no realizar acciones aisladas sino que debemos relacionarlas con lo cultural, lo ecológico, lo político y lo social, en la cotidianeidad de las comunidades, tendientes a la promoción de una vida digna. Recuperación y respeto por antiguos saberes ancestrales. Debemos tener siempre presente que el modelo no es ni tan puro ni tan casto, ni está aislado de las realidades políticas. (Payán J.C. Íbidem, págs. 19-20)
A nivel del escenario educativo, acciones innovadoras con verdadera participación comunitaria que devuelvan a las comunidades sus autonomías, como lo hace el cuerpo en un proceso curativo, al igual que el reconocimiento de que la vida, y vivir la vida y el respeto por ella, es parte del proceso vital.

A nivel del escenario personal, debemos tener presente que, como lo plantea el Dr. Payán para la enfermedad, “la realidad es una construcción que surge de nuestra mente, de nuestra capacidad de indagación conceptual inserta en el corazón de una cultura; así que para hacer una medicina diferente hay que mirar al enfermo con otros ojos y con otras miradas y eso lo permite únicamente el cambio de racionalidades; no sólo para ver al enfermo sino especialmente para relacionarnos con la vida”,.(Payán J.C Íbidem, pág 29).

A nivel del escenario social, las comunidades realizarán acciones tendientes a recuperar su historia, sus significados, sus procesos organizativos, recrear sus valores, con procesos de auto-eco-organización y de auto-eco-control sociales.

A nivel del escenario planetario, planteando la imperiosa necesidad de cuidar nuestra madre Tierra, nuestra casa, y vivir en armonía con ella.

A nivel del escenario cósmico, entender que somos un todo interrelacionado, que nuestro accionar tiene honda repercusión cósmica porque nuestra espiritualidad forma parte de él. Además que no somos los únicos. (Ver Payán J.C. www.terapianeural.com/ ).

Esta accionar de mediación y educación es duro, extremadamente duro, pero realmente gratificante para quien lo realiza y lo vive, ya que llevarlo a cabo debe ser el disfrute de su crecimiento como ser humano que lucha por la recuperación de su íntimo ser. Esta es la razón por la que no debemos olvidar lo que nos enseña el maestro Payán, “al construir una nueva realidad, muchas personas se ven confrontadas con la realidad misma, y se sienten duramente atacadas. Este discurso puede aparecer entonces agresivo para algunos, puede producir bien sea parálisis o bien un duro rechazo que puede llegar hasta a generar violencia”, y la lucha llega hasta lo más íntimo de tu ser, hasta tu espiritualidad ya que se trata de una “confrontación con uno mismo, con su yo y con la realidad que uno ha creado. A veces se revalúan o se desmontan muchas creencias y prejuicios, incluso dando la falsa sensación de quedar sin bases; es, pues, una construcción que se tiene que hacer diariamente pero sin caer nunca en dogmas ni en principios inamovibles”.

En consecuencia, la mediación pedagógica para la paz contempla el aprendizaje como un proceso integrador, sublimador de la vida y del vivir, que permite la formación del ser humano como tal, en completa armonía espiritual consigo mismo, con su comunidad, con su sociedad y con el planeta y el Cosmos. Hoy, en el día a día del diario vivir, debemos aprender a vivir como seres humanos espirituales, cósmicos, que a pesar de nuestra pequeñez e incompletitud, vivimos nuestro paso momentáneo por la vida en búsqueda de la plena realización de nuestro propósito vital. Sólo así, superaremos la actual encrucijada.

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